lunes, 30 de mayo de 2011

La evaluación y nuestra práctica docente

A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos con innumerables situaciones en las cuales debemos tomar decisiones. Sin embargo, nunca es sencillo, hacerlo implica analizar con determinación las posibles opciones para deducir qué tan productivos o contraproducentes nos serán los resultados y con base en ellos actuar en lo que nos dará bienestar o en lo que habrá que cambiar.
El trabajo de los docentes en el aula está completamente ligado a la toma de decisiones. Nuestro trabajo inicia mucho antes de estar en el salón de clases con los alumnos, pues antes de estar al frente debemos programarnos y planear todo lo que consideramos que es necesario para que el proceso de enseñanza-aprendizaje se lleve a cabo apropiadamente y se cumpla con las expectativas. Debemos decidir cuáles son las estrategias, recursos materiales, instrumentos, criterios y formas de evaluación más acordes a los contenidos que nos servirán de apoyo para verificar el alcance de los conocimientos.
Por lo general, estamos acostumbrados a considerar que los alumnos que aprenden son los que obtienen un 100 como CALIFICACIÓN y los que no aprenden los que tienen un 60, 50 etc. Sin embargo con el nuevo enfoque de competencias podemos deducir que la calificación solamente representa un valor numérico que se genera como resultado de la evaluación.
La evaluación es un proceso más complejo que implica emitir un juicio de valor que nos muestra el desempeño y resultado de aprendizaje de los alumnos para continuar en el proceso, para reforzar o hacer posibles cambios de mejora. La calificación que se asigna a los alumnos al final de un parcial o semestre, se basa en la evaluación que el docente realiza en el salón y el trabajo diario con los estudiantes. L a evaluación debe ser continua para tener idea de lo que los alumnos han aprendido. Se hace una evaluación diagnóstica al inicio del curso para determinar los conocimientos previos a través de preguntas dirigidas, lluvia de ideas, pruebas escritas, ejemplos y ejercicios de repaso. En el transcurso de las clases para reforzar lo que se enseña con ejercicios de repaso, trabajo en equipo, elaboración de materiales diversos para usar las estructuras vistas como redacciones o carteles y al final se realiza una prueba escrita y una representación de diálogos para evaluar su pronunciación y dominio del tema en una plática. Generalmente entre los criterios que consideramos se pueden mencionar: en la prueba escrita (el número de aciertos), en las tareas del salón (el trabajo colaborativo y la participación) y en un role playing (su habilidad para expresarse al entablar una plática breve, su pronunciación, así como el dominio del tema).
Con respecto al concepto de acreditación, implica un proceso más complicado, porque en este proceso se requiere de un organismo autorizado que acepte la competencia de una persona para realizar una tarea específica, capaz de tomar decisiones en la solución de problemas, se requiere que sus conocimientos sean trascendentes. Hasta cierto punto, es complicado (al menos para mí) pues estamos apegados a un prototipo de evaluación. Y tendremos que aprender a establecer la relación entre el conocimiento y su aplicación.

domingo, 29 de mayo de 2011

“LOS SABERES DE MIS ESTUDIANTES EN EL USO DE LAS TIC Y DE INTERNET”

Después de haber pedido a mis alumnos que me describieran en una hoja todos los usos que le daban a la computadora y en especial al internet, pude deducir que hay muchos que son muy hábiles en emplearlos, pero generalmente lo hacen por ocio, únicamente por diversión y dejan de darle o no se han dado cuenta de la importancia y utilidad de las TIC como una herramienta más de trabajo.
Por otra parte pude identificar que así como hay muchos jóvenes hábiles en emplear la tecnología, existe un gran número de jóvenes que aún teniéndola a su alcance, no están tan inmersos en la diversidad de funciones que para su edad muchos jóvenes conocen.
Entre la variedad de funciones que le dan a las TIC, los alumnos describen que utilizan el internet para descargar música, videos, imágenes, programas, antivirus, protectores de pantalla, juegos, transferir información de la computadora a celulares, discos compactos, USB y viceversa, para guardar información, crear páginas sociales como face book, my space, metroflog, twitter, badoo, Messenger, entre otras, para compartir información (pensamientos, comentarios, avisos, invitaciones, etc.,) con su red de amigos, para chatear, comprar cosas por internet, editar fotos, buscar información, elaborar folletos, calendarios, para mandar mensajes gratis, ver noticias y ver películas de estreno.
Posteriormente, con base en la información que se recabó empecé a clasificar a las personas que mostraban mayor habilidad en el uso de la computadora y a las que por sus descripciones deduje que no están tan adentrados en el empleo de algún programa. Pregunté y expuse la situación de contar con unos para colaborar y aprender y otros para colaborar enseñando a lo cual accedieron de manera objetiva.
Una función que me llamó la atención que no todos sabían cómo usar, es la EDICIÓN DE FOTOS, así que mis colaboradores y yo optamos por trabajar basándonos en ese punto.
Mientras preparaban una forma de cómo enseñar la edición, ellos comentaban que sí podía enseñarse de manera tradicional: explicando, haciendo dibujos y poniendo notas pero que eso ocuparía mucho tiempo y optaron los seis por llevar sus computadoras portátiles y solicitaron un cañón como apoyo para enseñarlo de manera más práctica.
La secuencia que pensaron seguir es la que se describe a continuación de manera resumida:
1. Hacer una introducción del programa Photo scape describiendo su utilidad y sus diversas funciones a grandes rasgos.
2. Presentar una imagen en la cual pudieran mostrar la ubicación de los botones y las funciones que podrían desarrollar allí.
3. Elaborar la edición de una foto con globos que puedan contener información, a manera de historieta, además de poder personalizar dicha imagen de acuerdo a sus gustos.
4. Trabajar en equipos de 4 personas con una computadora y un guía que los apoye durante la explicación y el desarrollo de la actividad que se realizará como ejemplo.
5. En el mismo equipo idearán una presentación que se expondrá frente a los demás alumnos después de haber llegado a un consenso sobre la imagen que editarán y el tema que tratarán.

Ellos estiman que el tiempo suficiente para enseñar la función con sus propiedades específicas y la aclaración de dudas oscila entre 50 a 60 minutos. Sin embargo, la presentación de un material ocuparía otra sesión para compartir información y comentarios.

Sería interesante experimentar cómo se desenvolverían al enseñar pues de esa forma podríamos identificar cuáles son sus intereses y características para entender temas de manera recreativa.

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA

El relato que a continuación se presenta, es una reflexión sobre el trabajo realizado en el primer módulo de la especialidad, que recaba información sobre mi primera experiencia como docente, sobre cómo he sobrellevado las dificultades que fueron surgiendo durante la marcha, así como mis inquietudes en el quehacer docente.
Soy maestra del colegio de bachilleres del estado de Yucatán plantel Progreso y he trabajado en el ámbito educativo durante nueve años, estoy en el área de lenguaje y comunicación e imparto la materia de inglés.
Cuando estaba en el tercer año de la licenciatura, tuve la oportunidad de mi primer trabajo y aunque no me agradó mucho la idea porque se trataba de dar clases, me motivó el hecho de que iba a practicar un idioma que me gusta mucho, así que pensé en hacer el esfuerzo a pesar de sentirme insegura porque no sabía cómo me iba a presentar, qué iba a decir, cómo iba a iniciar la clase y lo peor de todo: el pánico escénico, el hecho de saber que tendría que estar sola frente a un grupo que yo tenía que dirigir. Así me la pasé un tiempo y como sentía que era difícil antes de ir a clase leía y releía lo que iba a hacer.
Hoy puedo decir que me siento satisfecha en mi labor como docente, pues además de tener la oportunidad de convivir con los alumnos, de ser su amiga y de transmitir conocimiento, pude demostrarme que puedo con la responsabilidad y que puedes influir en los adolescentes para hacerlos mejores personas.
Sin embargo, sé que tengo mucho en qué mejorar, me gustaría hacer mucho más para sentirme completamente satisfecha, sé que no siempre puedes salir contenta de cada salón porque cada grupo es diferente, tienen sus propias características y a veces hay que cambiar de actividades al momento. Me gustaría involucrar las TIC y tener nuevas estrategias para hacer mi trabajo más significativo.
Uno de mis más grandes retos, es dominar el trabajo basado en competencias, quisiera poder planear, monitorear y evaluar de manera efectiva con este enfoque además de lograr otros saberes
No todo es fácil, la complejidad de la docencia se percibe cuando hay que enfrentarse a situaciones propias de la vida escolar, a distractores, a las limitaciones de mobiliario, al manejo de grupos numerosos que nos impiden una atención un tanto personalizada, la falta de organización y la mala administración del tiempo por parte de los estudiantes que les impide desenvolverse objetivamente, etc. Todas estas variantes, dificultan nuestras aspiraciones para lograr la transformación y una mejor calidad en el quehacer educativo; pero yo
creo que todas estas barreras son las que despiertan en nosotros el reto y nos fortalecemos porque una vez que superamos alguna dificultad resurgen nuevamente las ganas de trascender y continuar en la búsqueda de mejores prácticas docentes.
La lectura de José Manuel Esteves me llamó mucho la atención desde el principio, pues el al igual que nosotros empieza relatando la manera en cómo se sintió en sus primera experiencia como docente y creo que todos nos identificamos con lo mismo. Nuestra problemática se centraba en qué íbamos a hacer, qué íbamos a decir, cómo íbamos a iniciar y la inseguridad que nos invadía era el reflejo de la inexperiencia de saber cómo llevar lo teórico a la práctica; pero al final todo esto logra construirnos representando hoy una reconfortante experiencia de aprendizaje que permite focalizar y entender con mayor claridad lo que acontece en el trabajo docente.
Por eso me gustó mucho la lectura de José Manuel Esteves, pues en ningún momento pensé encontrarme con un relato que tuviera tantas coincidencias con nuestros pensares y pesares en nuestro proceso de formación. Todos iniciamos siendo novatos pero lo importante está en la actitud. Nadie nace con un manual de cómo ser el maestro perfecto, todos nos vamos formando conforme el tiempo pasa y a través de las experiencias, dificultades, sinsabores y satisfacciones que esta labor tan noble nos brinda para ser mejores personas y DOCENTES.
La aventura de ser maestro ha sido un gran reto pues no es tan fácil como parece. Muchos podrían pensar que dar clases únicamente implica estar frente a un grupo en el cual habrá que explicar el tema, marcar la tarea y calificar, Sabemos que no es así, impartir clases involucra una serie de procesos en los cuales se consideran estrategias, técnicas, métodos de evaluación, etc. que sean congruentes al modelo educativo que se pretenda desarrollar para que todo se vaya reflejando con resultados efectivos.
Ser maestro me ha servido para aprender junto con los alumnos. Cada grupo tiene sus propias características, intereses y necesidades que te obligan a innovar, personalizar e idear nuevas formas de impartir la enseñanza. La convivencia con cada grupo, enriquece las vivencias que se dan día con día, siempre es algo diferente pues enseñar hoy me queda muy claro que no solo se trata de conocimientos, aprendemos valores y desarrollamos habilidades que en un tiempo futuro nos harán capaces de sobresalir.
Ser maestro significa ser una persona comprometida en una noble labor, en la cual debemos tomar en cuenta que estamos trabajando con personas que sienten, piensan y tienen sus propios intereses así como necesidades, además de considerar el entorno. De esta manera, todo se debe trabajar de forma conjunta. Ser maestro significa enseñar a aprender, enseñar a ser y enseñar a hacer.
Hablando ahora como alumno de la especialidad, me permite constatar que nos falta mucho por hacer en el camino, que tenemos una extraordinaria variedad de recursos pero hay que ser hábiles para aprovecharlos y darles el mejor uso.
El curso me permite ver más allá de la pizarra y el marcador y me hace sentir más segura en el uso de las nuevas tecnologías en nuestra búsqueda de mejoras y compromiso con la enseñanza, me hace tener la iniciativa de hacer algo diferente en los salones de clase.
También me ha servido para clarificar el concepto de la evaluación y su gran importancia en todo momento, así como la responsabilidad de la constante actualización por parte de los docentes, debemos ser flexibles a los cambios para poder cumplir con las encomiendas, como la que en la actualidad tenemos: formar personas íntegras.
He aprendido mucho y me siento con el entusiasmo para idear nuevas estrategias que me permitan lograr en los alumnos la motivación y el interés por aprender. Me ha llamado mucho la atención el uso de blogs para compartir trabajos y así como en ese espacio espero buscar nuevas formas de promover la comunicación, colaboración y compromiso de los estudiantes.